El pago de la letra mensual de la vivienda continúa siendo prioritario, pese al encarecimiento de las hipotecas en los últimos años. En consecuencia, las ejecuciones hipotecarias se mantuvieron en descenso, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE). Entre julio y septiembre de este año se iniciaron 3.318 certificaciones en el registro de la propiedad, un 20,9% menos que en el mismo periodo de 2022 y un 36,2% menos que en el trimestre previo. El retroceso es significativo si se tiene en cuenta que para el segundo trimestre de este año aumentaron un 6,1%.
Para las viviendas habituales —aquellas donde el propietario ha residido al menos tres años y que representan el 74,6% del parque nacional— se resolvieron 1.721 ejecuciones, lo que supone un descenso del 16,5% en comparación al mismo lapso de hace un año y del 36,2% si se compara con el semestre anterior. Sin embargo, el retroceso más pronunciado se dio en el grupo de las viviendas de personas jurídicas, es decir, los inmuebles destinados para actividades comerciales. En este grupo se registraron 217 ejecuciones, un 48% por debajo de la cifra del 2022 y un 43,9% menos que el trimestre anterior.
El informe, de carácter trimestral, refleja la resistencia de los hogares para seguir afrontando el pago de la hipoteca, que se habría encarecido en torno a los 136,1 euros mensuales, si se toma en cuenta el dato del euríbor publicado a finales de septiembre, que fue de 4,149%. Aunque el susto fue mayor a inicios de año, cuando las subidas mensuales rondaron los 260 euros.
El INE también recoge 368 certificaciones para segundas viviendas (es decir, aquellas casas que no son el domicilio habitual de la familia), que sufren un retroceso anual del 25,6% y trimestral del 34,6%. Sin embargo, tal y como recuerda el INE, no todas las ejecuciones terminan en un desahucio efectivo de los propietarios.
Todas las categorías restantes caen en al menos dos dígitos. Las ejecuciones para solares retroceden un 25,2% en la comparativa anual, la de otras fincas urbanas (donde se agrupan, entre otros, garajes y oficinas) caen un 20,5% y las de propiedades rústicas retroceden un 10%. Pese a ello, hay que considerar que son operaciones menos significativas en volumen: al menos tres de cada cuatro certificaciones se realizan principalmente sobre viviendas. Y de estas, la mitad son de casas que se levantaron entre 2004 y 2008, lo que evidencia que los efectos del estallido de la burbuja inmobiliaria mantienen su vigencia.
Andalucía vuelve a liderar como la comunidad autónoma con mayor número de ejecuciones hipotecarias, con un total de 592, seguida por la Comunidad Valenciana (448) y Cataluña (440). En el lado contrario se sitúan Navarra (5), Cantabria (15) y País Vasco (18).
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal
La agenda de Cinco Días
Las citas económicas más importantes del día, con las claves y el contexto para entender su alcance.
RECÍBELO EN TU CORREO