Bajo un persistente aguacero, el entrenador de la selección española de fútbol masculina, Luis de la Fuente, ha acudido este jueves a declarar a la Audiencia Nacional por el caso Rubiales. El técnico, citado como testigo por el magistrado Francisco de Jorge, ha aterrizado minutos antes de las 10.00 en el edificio. Y una vez dentro, según detallan varias fuentes jurídicas, ha negado cualquier tipo de conocimiento sobre las presuntas maniobras orquestadas en el seno de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para acallar el escándalo por el beso que Luis Rubiales dio a la jugadora Jennifer Hermoso tras la victoria en la final del Mundial femenino.
—Me voy muy contento a casa —ha afirmado escueto De la Fuente a algunos periodistas tras su declaración ante el juez.
La jefa de prensa de la selección femenina, Patricia Pérez, situó a De la Fuente en una reunión celebrada con el responsable de Integridad, donde se abordaron supuestamente detalles de la investigación interna que se había abierto en la RFEF sobre la acción de Rubiales. Sin embargo, el seleccionador masculino ha negado este jueves que participara en ella. Según fuentes jurídicas, el técnico ha afirmado que, simplemente, salió y entró de la habitación donde se estaba produciendo dicho encuentro porque estaba trabajando en un despacho adyacente.
La Audiencia Nacional abrió las pesquisas sobre el caso Rubiales tras recibir una querella de la Fiscalía. El ministerio público, tras tomar declaración a Hermoso en la sede de la Fiscalía General del Estado, puso sobre la mesa dos delitos: uno de agresión sexual, por el por el beso “no consentido” a la jugadora durante la celebración de la victoria en el Mundial femenino; y otro de coacciones, por las supuestas presiones desplegadas en las horas y jornadas posteriores contra la deportista y su entorno para que respaldase en público la versión del entonces presidente de la RFEF, acorralado tras estallar el escándalo.
Este jueves, el magistrado también ha interrogado a Pablo García Cuervo, ex responsable de Comunicación de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), y a su antiguo número dos, Enrique Yunta. En este punto, el juez investiga cómo se elaboró el comunicado difundido a los medios tras el beso, donde se incluían unas supuestas declaraciones de Hermoso. Según fuentes jurídicas, con una actitud bastante evasiva, García Cuervo ha asegurado que esa nota se hizo por indicación de Rubiales y contó con el visto bueno de la futbolista, a la que se le enseñó.
En su declaración en la Fiscalía, Hermoso explicó así ese momento: “Me enseñaron un escrito. Yo no dije ninguna palabra de ese escrito. [Me dijeron]: ‘Tenemos que poner esto porque se está montando mucho jaleo y tenemos que quitarle hierro al asunto’. Yo les dije que hiciesen lo que quisieran, pero no escribí ni dije ni una palabra de ese escrito. Me sentí coaccionada […] Me estaba sintiendo como que estaba obligada a hacer algo”.
De Jorge ha continuado este jueves con la larga ronda de declaraciones que inauguró Rubiales el 15 de septiembre, cuando negó ante el juez los dos delitos que se le atribuyen. Tras escuchar la versión del expresidente de la RFEF, el magistrado comenzó a llamar a otros protagonistas del caso. Entre los testigos, citó incluso a tres compañeras de selección de Jennifer Hermoso (Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez), que respaldaron la versión de la jugadora del Pachucha mexicano. Igualmente, comparecieron las otras tres personas imputadas en la causa por las presuntas coacciones: Albert Luque, director de la selección masculina de fútbol; Jorge Vilda, exseleccionador del combinado femenino; y Rubén Rivera, responsable de marketing de la federación. Los tres rechazaron las acusaciones.
Esta fase de interrogatorios todavía no ha acabado. Para este noviembre, Francisco de Jorge mantiene en el calendario las declaraciones, entre otros, del psicólogo de la selección femenina, Javier López Vallejo; del que fuera director de gabinete de Rubiales, José María Timón; del responsable de compliance [buenas prácticas] de la federación, Javier Pujol; de la futbolista Laia Codina; y del presidente del Comité Nacional del Fútbol Femenino, Rafael del Amo. A su vez, el magistrado ha previsto un careo entre Rubén Rivera y una amiga de Hermoso, que mantienen tesis diferentes sobre las maniobras presuntamente orquestadas en la RFEF —Rivera negó las coacciones, pero admitió que contactó con la futbolista y su amiga para que la afectada atendiese tras el escándalo a Luque, hombre muy próximo a Rubiales, que quería hablar con ella—.
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