Al menos 34 personas han muerto y más de medio centenar han resultado heridas este viernes en un atentado suicida contra un centro religioso en el que se celebraba una reunión para conmemorar el cumpleaños del profeta Mahoma en el distrito de Mastung de la provincia paquistaní de Baluchistán, según han informado fuentes médicas y de la policía. Otras fuentes consultadas por la agencia Reuters elevan la cifra de víctimas mortales hasta los 52. Ningún grupo se ha atribuido la autoría de la explosión, que se produce en medio de un incremento de los ataques de grupos militantes en el oeste del país, lo que aumenta los riesgos para la seguridad antes de las elecciones nacionales previstas para enero del próximo año.
“El atacante se detonó [su carga explosiva] cerca del vehículo del vicejefe de la policía [Nauaz Gishkori]”, ha señalado el inspector general adjunto de la policía, Munir Ahmed. La explosión se ha producido cerca de la mezquita donde se había reunido muchos fieles para conmemorar el cumpleaños de Mahoma durante este día festivo. El grupo armado Tehrik-e Taliban Pakistán, que reúne bajo su paraguas a varios grupos integristas suníes han negado haber llevado a cabo el ataque.
El ministro de Información del gobierno provincial, Jan Achakzai, ha indicado que los heridos en estado grave están siendo trasladados a la capital, Quetta, antes de denunciar que “el enemigo quiere destruir la tolerancia religiosa y la paz en Balochistán, con la bendición desde el extranjero”. Otros de los afectados por la explosión fueron atendidos en hospitales de la localidad cercana de Mastung. El ministro del Interior, Sarfraz Bugti, ha calificado la explosión como “muy acto atroz”.
Esta es la segunda explosión que se produce en Mastung este mes. El pasado 14 de septiembre, 11 personas, entre ellos el líder partido religioso Jamiat Ulema Islam (JUI), Hafiz Hamdullah, resultaron heridas a causa de una explosión cerca del vehículo en el que viajaban en la carretera Quetta-Karachi. Este formación política sufrió a finales del pasado julio un ataque suicida durante un mitin político, que dejó al menos 63 muertos y 120 heridos, y que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico de Khorasan, una rama local del grupo terrorista.
Pakistán experimentó un aumento de la violencia armada desde la llegada al poder de los talibanes afganos en Kabul en agosto de 2021, que reactivó los ataques de sus hermanos ideológicos paquistaníes, especialmente en las provincias fronterizas con Afganistán de Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán. Esta última provincia es además escenario habitual de violencia, con la presencia de grupos armados, facciones talibanas y grupos yihadistas.
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