Para Estados Unidos, 2024 será un año de bajada de los tipos de interés. Así lo creen al menos los miembros del comité de política monetaria de la Reserva Federal, que este miércoles han actualizado sus previsiones para el año próximo. Hay diferentes opiniones sobre la intensidad que tendrá ese relajamiento de la política monetaria, pero la mediana apunta a que la rebaja será de 0,75 puntos hasta el final del ejercicio, desde el nivel del 5,25%-5,50%, en que el banco central ha mantenido el precio del dinero en su última reunión de este año, como se daba por seguro. Es el nivel más alto en casi 23 años.
La previsión mediana señala que los tipos se situarán en a final de 2024 en el nivel del 4,625% (el equivalente a un rango del 4,5% al 4,75%), para volver a recortarse en 2025 un punto hasta el 3,625% (banda del 3,5% al 3,75%) y en 2026, 0,75 puntos más, al 2,875% (punto central del rango del 2,75% al 3%), según los datos que ha publicado la Reserva Federal este miércoles.
Esas previsiones tienen un valor cualificado porque los que las formulan son básicamente los que tienen que tomar la decisión, no comprometen su actuación y con frecuencia se desvían de la realidad. Si los recortes fueran de 0,25 puntos, no hay ninguna subida adicional antes y se cumple ese pronóstico, habría tres bajadas a lo largo del próximo año.
Máximo en la Bolsa
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, no ha querido cerrar del todo la puerta a una subida adicional de los tipos de interés si fuera necesaria, pero la sensación generalizada es que el último movimiento al alza de este ciclo fue el de julio. “Cuando empezamos, la primera pregunta es a qué velocidad movernos, y nos movimos muy rápido. La segunda pregunta es cuánto subir el tipo de interés oficial y esa es la pregunta en la que seguimos”, ha dicho, pero admitiendo: “Creemos que probablemente estamos en o cerca del tipo máximo para este ciclo”. Las Bolsas han reaccionado al alza con fuerza y el índice Dow Jones ha cerrado en un nuevo máximo histórico de 37.090 puntos tras subir un 1,4% en la sesión.
Powell ha explicado que los miembros del comité “no ven probable que sea apropiado subir más los tipos de interés, pero tampoco quieren descartar esa posibilidad”. Es decir, no las descartan del todo por si la lucha contra la inflación se complica.
Lo que señalan los pronósticos es el nivel esperado al cierre de cada ejercicio, de modo que no hay muchas pistas sobre el momento en que se producirá el primer recorte. Powell, sin embargo, ha dejado claro que no quiere llegar demasiado tarde porque podría poner en peligro la economía. “Somos conscientes del riesgo de que aguantemos demasiado tiempo”, ha dicho. “Sabemos que es un riesgo, y estamos muy centrados en no cometer ese error”, ha añadido.
En los últimos dos años, el precio del dinero se ha encarecido cinco puntos, el endurecimiento de la política monetaria más agresivo desde la década de 1980, precisamente para contrarrestar la inflación más alta en cuatro décadas.
Ahora le toca el turno a la primera rebaja en cuatro años. La última vez que el banco central bajó los tipos fue en marzo de 2020, tras el colapso económico provocado por la pandemia, cuando situó el interés de los fondos federales entre el 0% y el 0,25%. El mercado está dividido sobre el momento del primer recorte del nuevo ciclo. Descartado el 31 de enero, las apuestas están repartidas entre el 20 de marzo, el 1 de mayo y el 12 de junio, las otras fechas en que habrá decisiones sobre tipos en el primer semestre del año próximo.
Sin cantar victoria
En las anteriores previsiones, publicadas en septiembre, los miembros del comité preveían una subida más de los tipos antes de fin de este año que finalmente no se ha producido. A partir de ese nivel, contaban con una rebaja de medio punto en 2024, hasta dejar los tipos en el 5,00%-5,25% a finales del próximo año, así que ahora se espera una relajación bastante mayor, que los mercados ya han ido descontando.
Powell ha advertido reiteradas veces sobre el riesgo de cantar victoria antes de tiempo en la batalla contra la inflación, que marcó un máximo del 9,1% en junio de 2022 y desde entonces ha ido cayendo de forma casi ininterrumpida hasta el 3,2% de noviembre. Aunque el progreso es evidente, la inflación está todavía claramente por encima del objetivo del 2%. La inflación subyacente, sin contar el precio de la energía y de los alimentos, está en el 4%, así que queda tarea por hacer. “Nadie está declarando la victoria. Eso sería prematuro”, ha dicho Powell.
Al tiempo, el endurecimiento de la política monetaria no ha desplegado aún todos sus efectos sobre la economía. Los analistas coinciden en que el crecimiento se está frenando en este cuarto trimestre y creen que, pese a toda la resistencia que ha mostrado, el debilitamiento de la economía continuará en 2024, sin que sea descartable una recesión. El propio Powell no se atreve a descartarla, aunque su objetivo es ese aterrizaje suave que dibujan las previsiones de los consejeros de la Reserva Federal. “La inflación sigue bajando, el mercado laboral sigue recuperando el equilibrio y, de momento, todo va bien”, ha dicho.
Dichas previsiones apuntan a un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 1,4% en 2024; el 1,8%, en 2025, y el 1,9% en 2026. Ante ese débil crecimiento del año entrante, la tasa de paro subiría al 4,1%, para mantenerse ahí a finales de 2025 y 2026. La inflación, en ese escenario casi idílico, bajaría al 2,4% en 2024; al 2,1% en 2025 y al 2% en 2026. El tiempo dirá cómo de acertados son esos pronósticos.
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